Algunos pasos q te ayudaran a perder peso sin tanto sacrificio!

1: Usa Un Cuaderno Y Una Pluma

¡Y úsalo! Cada sola cosa que comas se debe anotar, preferiblemente tan pronto como termines de comer. Si terminas el cereal que sobra de tu hija en el desayuno, anótalo. ¿Aprobaste un poco de chocolate en la oficina? Anótalo. ¿Aprobaste el guisado que estas haciendo para la cena? Anótalo. El anotar lo que comemos y bebemos es para estar enterados de lo que estamos poniendo en nuestro estomago. También nos da una manera fácil de seguir nuestro consumo y de decidir qué cambios tenemos que hacer en nuestra manera de comer.

2: Pregúntate ¿Porqué?

Cada vez que comienzas a comer o a beber, hazte esta pregunta. ¿Por qué como esto? ¿Tengo hambre, estoy cansada, agujereada, tensionada, sola? La respuesta correcta es simple: hambre. Si no estas comiendo porque tienes hambre, ¡no comas! Resuélvete ha hacer lo que necesites para satisfacer esa emoción: Toma una siesta, lee un libro, llámele a un amigo – pero no comas si no tienes hambre.

3: Come Para Bajar De Peso

Si evitas comer cuando tienes hambre, no perderás el peso. ¿Por qué no? Porque entonces vas ha tener tanta hambre que vas a comer comidas que no son nutritivas, o comer mas de lo necesario. Todos necesitamos comer y merecemos comer tres veces por día. Bocados, también (¡si tienes hambre!). Y olvídate de esas comidas especiales de dieta. Te dejan con hambre e insatisfecha. Una comida debe incluir granos enteros, fruta, proteína e incluso una cantidad pequeña de grasa.



4: Recuerda Tus Alimentos Favoritos

No evites tus comidas favoritas por completo. ¿Por qué? Por que entonces pierdes el control totalmente y te vienes comiendo un paquete entero de tu pan dulce favorito. Por ejemplo, si te gustan los chocolates, comete un pedazo de chocolate delicioso, y exquisito de alta calidad cada tarde. Saborealo. Y no te sientas mal porque estas comiendeto. Relejate, y disfruta del sabor, de la textura y de la experiencia de comer el chocolate. Cometelo lentamente, gozando de cada momento. Acuérdate de no sentirte culpable. Una porción pequeña de tu alimento favorito te mantendrá satisfecha y feliz - y adelgazando.

5: ¡Muévete!

Estamos hablando de ejercicio. Cada uno de nosotros puede mover algo. Si tienes problemas con tus rodillas, todavía puedes hacer ejercicios con tus sus brazos o ejercicios en una alberca. Toma clases de baile o karate. Camina tu perro por la mañana antes de irte al trabajo, lleva tus hijos para un paseo de bicicleta después de la escuela, o escucha tu música favorita mientras correr.

Incluso el quehacer doméstico puede convertirse en ejercicio si te mueves vigorosamente y bastante. Limpia con la aspiradora rápidamente, limpia las ventanas de tu casa, o limpia tus pisos hasta tener un buen sudor. No hay excusas para no moverte cada día. Comienza con cinco minutos y agrega 1-5 minutos adicionales cada semana hasta que te estés moviendo por lo menos 60 minutos cada día. Puedes separar los tiempos de actividad si deseas: limpia las alfombras por 10 minutos en la mañana, toma una caminata enérgica por 15 minutos después del almuerzo, paséate un tu bicicleta después de cenar por 30 minutos y saca la basura por 5 minutos, todo a un ritmo acelerado. Allí lo tienes: una hora de ejercicio. Todo esto también es bueno para tu corazon.